domingo, 13 de enero de 2013

Buceo y relax en Gili Trawangan

¿Qué tal todo por España? ¿Me encontraré el sábado que viene todo tal como me lo dejé? Bueno, no hace falta que me digáis nada, me lo puedo imaginar. Yo, por Indonesia, intentando disfrutar y sacar el máximo provecho a todo lo que me queda por vivir. Así que os cuento lo último que no ha sido poco.

El día que nos desplazamos a las islas Gili desde Senggigi, teníamos contratado lo que llaman un "Discovery Diving", o buceo de descubrimiento. Por fin, animado por los holandeses, me había decidido a realizar mi primera inmersión de buceo con botella. Ésta la haríamos entre las islas Gili Meno y Gili Trawangan, y cuando lo termináramos nos dejarían directamente en Gili Trawangan para buscar alojamiento y pasar allí tres noches.

En el bote que nos llevaba a la zona de buceo nos dieron algunas instrucciones, muy básicas, ya que tres de los cuatro no habíamos buceado antes. Tras las breves explicaciones del instructor nos fuimos directamente al agua. Creo que fue un poco salvaje porque normalmente las primeras inmersiones se hacen en la piscina o en la orilla, pero a nosostros nos soltaron directamente al agua, eso sí , bajo la atenta supervisión de dos instructores.


En la primera inmersión, estuvimos unos 38 minutos bajo el agua y aunque al principio estaba un poco nervioso, conseguí relajarme y disfrutar de la experiencia. La visibilidad en esta primera inmersión no era muy buena, pero vimos una gran cantidad de peces de todos los colores y nuestras primeras tortugas marinas, una de ellas bastante grande. Es impresionante verlas nadar con esa tranquilidad que trasmiten.

 

En la segunda inmersión que hicimos el agua estaba mucho más clara , pero por otra parte , había unas fuertes corrientes, y para mí fue más complicado disfrutar. De hecho, fui de los que gasté primero el oxígeno y tuve que subir a los 28 minutos junto con Bas y uno de los monitores. Coen y Rob estuvieron cerca de 50 minutos bajo el agua en esta segunda inmersión.


 

Tras las dos inmersiones nos llevaron a Gili Trawangan, donde buscamos alojamiento un poco alejado de la playa para que fuese más económico. Lo encontramos al final por 5$ por persona con desayuno incluido, que no estaba nada mal. Eso sí, la ventana del baño de mi cuarto no tenía mosquitera y entraban toda clase de bichos. Uno de los días tuve que ducharme con este simpático lagarto de unos 20 centímetros, encima de mi cabeza.


El día siguiente nos dedicamos a descubrir la isla con unas bicis alquiladas. Subimos al punto de la isla más alto para disfrutar de buenas vistas de las islas y de Lombok.

 

Después le dimos la vuelta a la isla con las bicis, y creo que en menos de una hora se puede recorrer aún yendo despacio. Nosotros nos parábamos bastante para disfrutar de las vistas y hacer las fotos correspondientes y la hicimos en menos de 2 horas.

 

Después del paseo en bici nos relajamos en la playa y vimos algunos expertos surfers cogiendo buenas olas. Ya mismo estoy yo como este, volando sobre las olas...

 

Por la noche, como habíamos hecho primo he anterior, nos fuimos a cenar al mercado nocturno, donde se puede disfrutar de un pescado fresco a la brasa con tu ración de arroz y verduras por 4$.

 

Esa noche había fiesta en la isla, y es que aquí, tres veces a la semana, organizan fiestas los bares de la playa. Y claro nosotros no nos podíamos perder esa tradición. Aquí estábamos calentando.

 

El último día en la isla fue de relax total, levantarnos tarde, ir a la playa, comer, dormir siesta, cenar y cerveza tranquilita en el reggae bar. Al día siguiente nos marcharíamos de nuevo a Bali para pasar la última noche juntos de fiesta en Kuta, ya que los tres hermanos cogían el vuelo dirección Australia. Y eso ya os lo cuento en la siguiente.