Hola de nuevo a todos. Llevamos ya tres días en las 4000 islas. Hoy es nuestra última noche aquí. Y hemos alterado nuestra ruta prevista. Nos quedan dos noches en Laos, y el lunes volamos al sur de Tailandia. Nos saltamos Camboya. Ha sido una decisión difícil de tomar porque ver los templos de Angkor era una de las prioridades de este viaje, pero con el tiempo que les queda a Rocío y Youniss, y viendo los días que perdíamos en desplazamientos, había que elegir entre terminar en playas o ver Angkor. Además, pensamos que Camboya es mucho más que los templos de Angkor, por lo que queda como destino pendiente.
De momento el destino que hemos elegido para vaguear en la playa no os lo digo, tendréis que seguir el blog para averiguarlo, y ahora os cuento los primeros días en 4000 islas.
Desde Tadlo, cogimos un autobús local que nos llevó a Pakse. Si el sleeping bus era cutre, este era mas todavía. Madre mia la mierda que tenían los apoya cabezas!!! El autobús estaba lleno de gente local y estuvimos entretenidos jugando con algunos niños que siempre tienen ganas de juego.
Desde Pakse no tuvimos mas remedio que coger un songthaew hasta Nakasang donde uno bote nos llevaría a Don Det. Tres horitas de viaje que fueron duras porque íbamos bastante apretaditos y con pocas posibilidades de movimiento.
Llegamos a la isla sobre las tres de la tarde. Comimos y buscamos alojamiento. Acabamos en Dondet Bungalows, que eran de los más decentes que encontramos , y también de los más caros, 10 € la noche. Y es que aquí, también encuentras alojamiento muy baratos, desde 3 € el bungalow para 2 personas.
Y justo cuando estamos metiendo las maletas , vemos a los vascos, Josean y Josu entrando a la misma guesthouse. Así que esa noche cenamos con ellos y nos volvimos a despedir porque al día siguiente salían para Tailandia. Terminamos la noche con una moraga a orillas del Mekong. Y es que cuando cierran los bares, a las 11 de la noche, la gente se va a una playa que hay en esta zona, encienden un fuego y se toman las últimas cervezas o cubatas de whisky de laos tirados en la arena.
Al día siguiente. Alquilamos unas bicicletas para recorrer la isla. Nos levantamos tarde por culpa del los mojitos y la Beerlao, y el sol ya pegaba con fuerza. A pesar de eso nos pusimos a pedalear y recorrimos la isla de al lado, Don Kon, que es bastante mas grande que esta y tiene mas cosas que ver. Las dos islas están unidas por un puente en el que te cobran un peaje de 2,5 € y te incluye la entrada a las cataratas de Somphamit.
Fuimos al sur de la isla , cerca de la frontera con Camboya desde donde se pueden contratar unos barquitos para ir a ver los delfines Irrawadhy. Son delfines de agua dulce que viven en esta zona del Mekong y están en peligro de extinción. Nosotros con el calor, pasamos de delfines, y nos pusimos a buscar la playa que nos habían contando los vascos que estaban al lado de unas cataratas.
Al final. Estuvimos cerca de tres horas pedaleando y menos mal que la zona por la que ibamos era en plan selva y tenía mucha sombra.
Cuando al fin encontramos las cataratas, Somphanit falls, fuimos directos a darnos un chapuzón en la playa, o más bien calita, pero suficiente para bajar la temperatura de nuestro cuerpo. Antes, en la entrada nos tomamos un coco para reponer fuerzas.
Llegamos a la isla sobre las tres de la tarde. Comimos y buscamos alojamiento. Acabamos en Dondet Bungalows, que eran de los más decentes que encontramos , y también de los más caros, 10 € la noche. Y es que aquí, también encuentras alojamiento muy baratos, desde 3 € el bungalow para 2 personas.
Y justo cuando estamos metiendo las maletas , vemos a los vascos, Josean y Josu entrando a la misma guesthouse. Así que esa noche cenamos con ellos y nos volvimos a despedir porque al día siguiente salían para Tailandia. Terminamos la noche con una moraga a orillas del Mekong. Y es que cuando cierran los bares, a las 11 de la noche, la gente se va a una playa que hay en esta zona, encienden un fuego y se toman las últimas cervezas o cubatas de whisky de laos tirados en la arena.
Al día siguiente. Alquilamos unas bicicletas para recorrer la isla. Nos levantamos tarde por culpa del los mojitos y la Beerlao, y el sol ya pegaba con fuerza. A pesar de eso nos pusimos a pedalear y recorrimos la isla de al lado, Don Kon, que es bastante mas grande que esta y tiene mas cosas que ver. Las dos islas están unidas por un puente en el que te cobran un peaje de 2,5 € y te incluye la entrada a las cataratas de Somphamit.
Fuimos al sur de la isla , cerca de la frontera con Camboya desde donde se pueden contratar unos barquitos para ir a ver los delfines Irrawadhy. Son delfines de agua dulce que viven en esta zona del Mekong y están en peligro de extinción. Nosotros con el calor, pasamos de delfines, y nos pusimos a buscar la playa que nos habían contando los vascos que estaban al lado de unas cataratas.
Al final. Estuvimos cerca de tres horas pedaleando y menos mal que la zona por la que ibamos era en plan selva y tenía mucha sombra.
Cuando al fin encontramos las cataratas, Somphanit falls, fuimos directos a darnos un chapuzón en la playa, o más bien calita, pero suficiente para bajar la temperatura de nuestro cuerpo. Antes, en la entrada nos tomamos un coco para reponer fuerzas.
Mas fresquitos , comimos algo, que nos lo habiamos ganado, y volvimos a nuestra isla ya anocheciendo.
Al día siguiente , el plan es excursión en kayak por las islas, y ver los delfines y más cataratas.
Pero eso os lo contaré en la próxima.
