Buenas tardes queridos lectores. Informaros que ya tenemos más de 2000 visitas, pero todavía el éxito no se me ha subido a la cabeza. Seguid siguiéndome y yo os seguiré contando aventuras por Asia.
Ayer llegamos a Luang Prabang después de navegar por el Mekong unas 7 horas en lo que fue el segundo día de navegación. Salimos de Pakbeng sobre las 9:30 y llegamos a Luang Prabang a las 1630. Esta vez el barco fue mucho mas cómodo. Era mas pequeño pero con mas espacio ya que nos dividieron en dos.
Cuando llegamos nos pusimos a buscar alojamiento, y nosotros junto con los chicos de Bilbao, Josean y Josu, nos quedamos, tras ver dos o tres en Hoxieng Guesthouse 2, que aunque un poco mas cara que las demás, 30 $, la triple, merece la pena porque esta todo muy nuevo. Aquí os dejo la fotillo de la habitación.
Después de ducharnos nos dimos una vuelta por el night bazar, el mercadillo nocturno de la ciudad que es de los mejores que hemos visto por ahora. Youniss se compró unos pantalones hippies por 3 euros y sin regatear porque mi hermana no le dejó, le dio pena.
Tomamos una cervecita y cenamos en unos puestos callejeros. Yo me decidí por pescado a la brasa que ya le había echado un ojo antes y fue todo un acierto. Costo 2,5 € y estaba delicioso.
Tras la cena fuimos a tomarnos una cervecita al local de moda en Luang Prabang, Utopia, un bar con vistas al Mekong , bueno, mejor dicho a su afluente Nam Kham, y donde te tumbas mientras escuchas música y hay una ambiente mu perita. Y es que enseñamos a nuestros amigos vascos algo del diccionario malagueño. No lo podemos evitar, los malagueños siempre exportando vocabulario.
Lo malo es que cierran a las 23:00 h, un horario un poco raro para los españoles. Pero aquí comienza el momento surrealista de la noche.
Cuando estamos saliendo me dice una chica escocesa que vino con nosotros en el boat: "ahora al bowling". Nosotros pensando que era una disco que se llamaba bowling pues decimos:"venga vamos payá, donde nos lleven" y justo a la salida había una pila de tuk tuk esperándonos para llevarnos al famoso bowling. Cuando llegamos, a las afueras de Luang Prabang, el destino era una bolera. Nos quedamos súper rayados, y dijimos, ¿qué hacemos aquí?, pero es que estábamos allí todos los del barco. Debe ser lo único que queda abierto en toda la ciudad después de las 11 porque empezó a llegar gente y se lleno. Y lo mejor es que te vendían una botella de auténtico whisky laosiano, con su hielo y su botella de Pepsi por el increible precio de 4,5 €. Así que nos pusimos a beber whisky y a jugar a los bolos. No había mas remedio. Y así, entre bolos y whisky, se nos acabo la aventura por hoy.
Espero seguir contandoos todo pero parece que cada vez va mas lento esto de subir fotos.
Para los cocinillas deciros que no me he olvidado del post sobre cocina, ya tengo las fotos subidas y sólo es ponerme, así que a ver si me pongo.
Un beso a todos.