Ains!!! En los ultimos dias no puedo remediar pensar en los días que me quedan de viaje. Hoy es día 9 y el 19 de enero estaré de vuelta en Málaga. 10 días podrían ser unas buenas vacaciones pero ahora mismo para mí no es nada. Es la última etapa de este viaje y probablemente de este blog. Seguiré disfrutando a tope todo lo que me queda y os seguiré contando todo lo que me ocurre hasta el ultimo día, pero empiezo a pensar en todo lo vivido y todo lo contado que ha sido mucho. Un viaje que espero no sea irrepetible y que estoy compartiendo con todos, porque al final las cosas buenas, acompañado , saben mucho mejor.
Pero esto no puede ser una entrada de despedida, porque aun me queda mucho que contar....
Os dejé bailando salsa hasta las tantas de la madrugada y al día suguiente me tenía que despertar a las 6:30 porque nos recogían para el traslado a la isla de Lombok. Dormí solo un par de horitas, pero después de unas cabezadas en el autobús y en el barco pude aguantar todo el día con bastante dignidad.
Nuestro destino en Lombok fue Senggigi, una ciudad en la costa, cercana a las islas Gili. Coen, el menor de los hermanos holandeses, pasó aquí 3 semanas el año pasado trabajando como voluntario de una ONG holandesa. Instalaron unas bombas de agua para algunas familias que viven bastante alto en las montañas y tienen que bajar a diario a por agua.El primer día en Senggigi lo dedicamos a visitar las instalaciones de agua y las familias que vivían en las montañas.
Estas familias viven con muy poco, pero a pesar de eso, intentan compartir lo poco que tienen. Este joven nos invitó a sentarnos en la cabaña donde vive con su familia, nos contó un poco con es su vida y de como sobreviven. Nos ofreció algo de fruta que tenia en la cabaña, toda una lección de generosidad.
Las vistas de la costa desde las montaña eran espectaculares. A la hora de almorzar decidimos bajar de nuevo al pueblo.
Ya en Senggigi nos dimos un paseo por la playa y nos paramos en el Sunset Restaurant, donde , como su nombre indica, vimos un atardecer espectacular acompañados de las correspondientes cervezas.
Después cena y a la cama, el día siguiente tocaba madrugar.
Alquilamos motos para visitar unas cascadas al norte se la isla. La carretera hacia el norte desde Senggigi va bordeando la costa y ofrece buenas vistas de las islas Gili.
En estas últimas, nos pudimos meter detrás de la cascada y por un pequeño hueco y fue una nueva experiencia, un ruido ensordecedor y la potencia del agua cayendo desde tanta altura.
Llegamos tarde de vuelta a Senggigi, nos dimos una ducha rápida y fuimos a descubrir la vida nocturna de esta localidad, que es mucha. Terminamos muy tarde y el día siguiente de relax sin hacer mucho.
El último día el plan era de nuevo alquilar moto y recorrer el sur de la isla pero el malarone, que me lo tomé muy tarde, hizo estragos en mi estomago y no me dejó pegar ojo. Así que me quedé descansado ya los holandeses se fueron sin mí.
Al día siguiente nos trasladamos a Gili Trawangan, la más grande y animada de las tres islas Gili. Esto es para el siguiente capítulo porque aun estoy aquí, y estaré hasta el Viernes. Sólo un pequeño adelanto de lo que hicimos ayer. ¿A qué no sabéis quien es éste?