miércoles, 9 de enero de 2013

Lombok, penúltima parada.

Ains!!! En los ultimos dias no puedo remediar pensar en los días que me quedan de viaje. Hoy es día 9 y el 19 de enero estaré de vuelta en Málaga. 10 días podrían ser unas buenas vacaciones pero ahora mismo para mí no es nada. Es la última etapa de este viaje y probablemente de este blog. Seguiré disfrutando a tope todo lo que me queda y os seguiré contando todo lo que me ocurre hasta el ultimo día, pero empiezo a pensar en todo lo vivido y todo lo contado que ha sido mucho. Un viaje que espero no sea irrepetible y que estoy compartiendo con todos, porque al final las cosas buenas, acompañado , saben mucho mejor.

Pero esto no puede ser una entrada de despedida, porque aun me queda mucho que contar....

Os dejé bailando salsa hasta las tantas de la madrugada y al día suguiente me tenía que despertar a las 6:30 porque nos recogían para el traslado a la isla de Lombok. Dormí solo un par de horitas, pero después de unas cabezadas en el autobús y en el barco pude aguantar todo el día con bastante dignidad.

Nuestro destino en Lombok fue Senggigi, una ciudad en la costa, cercana a las islas Gili. Coen, el menor de los hermanos holandeses, pasó aquí 3 semanas el año pasado trabajando como voluntario de una ONG holandesa. Instalaron unas bombas de agua para algunas familias que viven bastante alto en las montañas y tienen que bajar a diario a por agua.El primer día en Senggigi lo dedicamos a visitar las instalaciones de agua y las familias que vivían en las montañas.



 

 

Estas familias viven con muy poco, pero a pesar de eso, intentan compartir lo poco que tienen. Este joven nos invitó a sentarnos en la cabaña donde vive con su familia, nos contó un poco con es su vida y de como sobreviven. Nos ofreció algo de fruta que tenia en la cabaña, toda una lección de generosidad.

 

Las vistas de la costa desde las montaña eran espectaculares. A la hora de almorzar decidimos bajar de nuevo al pueblo.

 

Ya en Senggigi nos dimos un paseo por la playa y nos paramos en el Sunset Restaurant, donde , como su nombre indica, vimos un atardecer espectacular acompañados de las correspondientes cervezas.

 

 

 

Después cena y a la cama, el día siguiente tocaba madrugar.

Alquilamos motos para visitar unas cascadas al norte se la isla. La carretera hacia el norte desde Senggigi va bordeando la costa y ofrece buenas vistas de las islas Gili.

 

 


Paramos en dos cascadas diferentes, las primeras, un poco mas pequeñas pero las segundas bastante espectaculares.

 

 

En estas últimas, nos pudimos meter detrás de la cascada y por un pequeño hueco y fue una nueva experiencia, un ruido ensordecedor y la potencia del agua cayendo desde tanta altura.

Llegamos tarde de vuelta a Senggigi, nos dimos una ducha rápida y fuimos a descubrir la vida nocturna de esta localidad, que es mucha. Terminamos muy tarde y el día siguiente de relax sin hacer mucho.

El último día el plan era de nuevo alquilar moto y recorrer el sur de la isla pero el malarone, que me lo tomé muy tarde, hizo estragos en mi estomago y no me dejó pegar ojo. Así que me quedé descansado ya los holandeses se fueron sin mí.

Al día siguiente nos trasladamos a Gili Trawangan, la más grande y animada de las tres islas Gili. Esto es para el siguiente capítulo porque aun estoy aquí, y estaré hasta el Viernes. Sólo un pequeño adelanto de lo que hicimos ayer. ¿A qué no sabéis quien es éste?